Estoy un poco harto de
los propósitos de todos los años. No me gusta ir al gimnasio, así que no me lo
voy a proponer. Si te gusta fumar, tampoco vas a dejarlo, no te engañes. Si no
encuentras el amor en primavera, porque te lo propongas en invierno no va a
llegar antes, duele, pero es así. No vas a salir a correr, vas a dejar de
aprender a tocar ese instrumento en dos días y no vas a ir a ver a tu madre
todas las semanas. Lo siento, verdades como puños, no estoy aquí para hablar de
un modo políticamente correcto, si no para decir lo que me va viniendo en gana,
que para eso el blog es mío.
Sí, yo también me he
hecho una lista de propósitos.
Pero para romper con los
moldes de todos los años, para huir de esa rutina anual que no es más larga que
las doce campanadas, sin incluir los malditos y engañosos cuartos, he ideado un
calendario con propósitos a corto plazo. Propósitos fáciles de cumplir, en la
mayoría de los casos, y fáciles de dejar de lado si somos más vagos que el que
no come uvas porque no están peladas.
La idea es un propósito diario para cada día del mes,
idea que al principio me ha resultado difícil de hacer ya que debía pensar
bastantes mini propósitos, pero que en poco tiempo he terminado con bastante
satisfacción personal.
No voy a poner aquí
todos los propósitos porque a más de uno le dará totalmente igual lo que yo vaya
a hacer o dejar de hacer, por lo tanto, quien quiera compartir conmigo este año
2015 con un nuevo calendario -inventado por mí, así que no esperéis la cura del
cáncer en él- que me lo pida en los comentarios dándome su correo o diciéndome
cómo enviárselo. Si me conoces personalmente, pídemelo así, personalmente, y
estaré encantado de compartir esa idea, esperemos que perdure, contigo.
Feliz año nuevo a todos.
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