Pensaba que nunca diría esto, como me ha pasado muchas veces
con varias cosas, pero he de reconocer que Melendi me ha dado una lección, y no
solo eso, además me ha hecho reflexionar. Por todos es sabida, y si no lo es
aquí os lo confieso, mi afición acérrima por Melendi, por sus canciones, su
música y, por qué no, su forma de ser. El caso es que el otro día fui a un
concierto que dio en el Palacio de los Deportes de Madrid, y entre canción y
canción dedicaba unos momentos, como cualquier artista, a dedicar la siguiente
o a contar alguna breve historia. Hubo tres momentos estelares para mí gusto.
El primero es el evidente, dedicarle una canción a las víctimas del Madrid
Arena, y “sobretodo” a Belén Langdon, porque sus amigas se lo pidieron y
estaban todas en el concierto. El segundo fue el momento en el que se cagó en
“los hijos de la gran puta”- palabras textuales- de los que abusan o maltratan
a sus mujeres e hijos, explicando la canción de La tortura de Lyss, de su nuevo
disco. El tercero, que es el que quiero realzar, es cuando contó su salida de
las drogas, diciendo que él se hacía daño a sí mismo, por lo obvio, pero
sobretodo a sus padres. Nos citó una frase que le decían sus padres: Ramón,
cuando seas padre- aquí todos, o al menos yo, pensamos “comerás huevos”-
entenderás el daño que nos estás haciendo.
Olé por los padres de Melendi. Dejaron claro que si tú te drogas, drogas a los demás. Metes en el mundo de las drogas a tus padres, hermanos, amigos… Pero no quería meterme en el tema de los vicios, si no en el tema de ser de un modo u otro.
Si tú vas por la vida siendo buena persona, te recordarán
como una buena persona. Si las niñas que conoces piensan: “quiero casarme con
alguien así”, es porque estás haciendo las cosas bien. Que les gustan los
chulitos es un mito, ¡falso! Bueno, rectifico, a partir de los 16 es falso. Si
eres un cabrón, un chulo, y un prepotente, tus padres te van a ver como un
cabrón, un chulo y un prepotente, y educarás a tus hijos como un cabrón, como
un chulo y como un prepotente.
Si te recuerdan como una persona respetuosa con los demás,
que vive para sus amigos, amigas y familia, y en resumen una persona generosa,
tus padres serán generosos contigo, y te verán tal y como eres. Y educarás a
tus hijos de forma generosa, y el mejor modo de educar es mediante el ejemplo,
así que verán la generosidad como un modo de vida, como EL modo de vida. Un
vídeo para enseñaros quizá de un modo drástico pero, en mi opinión, directo y
eficaz, que no me invento lo que digo:
Incido, la vida es un regalo, no seas el tonto
que la desperdicia. A la buena gente es a la que más se recuerda el día de
mañana, y de quien más podemos aprender durante nuestras vidas.
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