martes, 23 de abril de 2013

Flor de Primavera

Lo reconozco, la he visto poco y se poco más que su nombre. Lo reconozco, pero su voz es de las que te hace caminar. No reconozco ni a Antonio Orozco si ella está dentro del coche, y reconozco que pagaría por poderla tocar. Lo reconozco, soy de esos pocos que cree que todo es posible, y reconozco que siempre pienso que a mí no me puede pasar. De los que escribe la carta y no la mete en el sobre, han sido ya muchas hostias las que me ha dado el azar. 

Y cuéntame por qué, cuando menos me lo espero, cuéntame por qué, cuando me he curado ya, la vida me depara otras sorpresas, la niña va y me vuelve a atravesar.

Soy de esos tipos que siempre vive enamorado de margaritas que conviven en otros tejados, y no me canso de trepar por sus enredaderas, en algún sitio debe estar la flor de primavera.
 

Lo reconozco, me asusta un poco soltar al aire un TE QUIERO, pero TE QUIERO quitar la ropa, pero TE QUIERO desnudar. Y desnudarte también es verte desde otro tipo de espejo, otro reflejo que nadie ve aunque sea de cristal. 


Y cuéntame por qué, cuando menos me lo espero, cuéntame por qué, cuando me he curado ya, la vida me depara otras sorpresas, la niña va y me vuelve a atravesar.
 


Soy de esos tipos que siempre vive enamorado de margaritas que conviven en otros tejados, y no me canso de trepar por sus enredaderas, en algún sitio debe estar la flor de primavera. 

Soy de esos locos que siempre vive enamorado de Cenicientas que conviven en otros tejados, y no me canso de esperar hasta su medianoche, en algún sitio debe estar.

miércoles, 17 de abril de 2013

Zona de no soñadores


Os voy a contar un secreto a voces: el mundo no es felicidad y color. Si alguna vez lo has pensado, te equivocas. No, no voy a soltar la clásica charla de pesimista deprimido. Yo soy feliz, yo siempre estoy bien. De hecho, por ello, he de cumplir una misión, a sabiendas de que es una misión imposible. Quiero que el mundo sea felicidad y color. Quiero que la gente sonría a los desconocidos y quiero que las parejas se quieran durante toda su vida. Y si no has encontrado a tu media naranja, empieza a buscar entre los limones, porque también quiero que los que no tengan (tengamos) alguien con quien compartir la vida, encontremos a ese medio limón que nos merecemos. 


Vivimos en un mundo lleno de normas y restricciones, de cosas prohibidas y libertades limitadas. Cada día hay más leyes que cambian la convivencia de la sociedad. Con la ley antitabaco dividían los bares entre zonas de fumadores y zonas de no fumadores. Por desgracia mucha gente vive encerrada en la zona de no soñadores, y mi misión será ampliar tanto la de soñadores, que los no soñadores no tengan espacio suficiente y decidan cambiar. Tenemos que hacer que los limitados abran su mente, que arriesguen y que tomen decisiones equivocadas de vez en cuando. Que no todo es blanco o negro. Tenemos la falsa impresión de que o hacemos bien, o hacemos mal. O algo es bueno, o es malo. Nada más lejos de la realidad. Existen los grises. Hace relativamente poco me encontré debatiendo la opción de elegir un mal u otro mal peor. Situaciones difíciles que te hacen ver que la vida no es un espejo, que por mucho que tú sonrías, ella no tiene por qué sonreírte. Pero lo que sí sabe hacer la vida, es ser agradecida. Porque las emociones se contagian, es algo que aprendí con doce años. Si te encuestras a alguien triste, contágiale tú alegría. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego, y con todo lo contrario pasa igual. Si te encuentras nadando entre dos males, no dejes que la corriente te lleve a la orilla. Toma una decisión, sé valiente, llévala a cabo, y si te equivocas, ten el orgullo de decir que ha sido tu error, y tú lo elegiste así.


Sé que lo que voy a decir ahora suena muy a "topicazo", pero es totalmente cierto y viene al caso. Quien no arriesga no gana. Decídete y ten valor para arriesgarte, y una vez visto el resultado, ten valor para acogerlo. Te encuentras delante de la niña que te gusta, con más miedo que vergüenza, creyendo que es algún tipo de monstruo del diablo que no siente nada y no te salen ni las palabras que habías memorizado una y otra vez en casa. Craso error. De hecho, las niñas que sueñan, siempre son las mejores. Tened algo claro: las niñas también caben en mi zona de soñadores.

Y persistiendo en el tema de arriesgar y de tomar decisiones, a menudo recuerdo una canción de Siempre Así. Una canción que habla de que las cosas del día a día son bastante minúsculas si las comparamos con todo lo demás. Ellos lo llevan al tema del amor, diciendo que se debe arriesgar, que debemos intentar las cosas porque no sabemos cuál será el resultado, parezca lo difícil que parezca.
"Si los hombres han llegado hasta la luna, si desde Sevilla puedo hablar con alguien que esté en Nueva York, si la medicina cura lo que antes era una muerte segura, y si hay abuelos que se quieren y su amor es todo lo que tienen, dime por qué no lo vamos a intentar". Secundo lo que dicen al doscientos por ciento. No tiene por qué ser imposible. Como sigamos por la vida sin tomar decisiones arriesgadas por miedo a equivocarnos, caeremos en un círculo vicioso llamado rutina del cual es cansado salir. Pero os voy a decir el secreto de escapar de la rutina, que al fin y al cabo es buscar la felicidad, con una simple imagen que un preescolar podría haber dibujado.

Sé que mi misión es imposible, pero también sé que la zona de no soñadores disminuirá cuanta más gente disfrute leyendo lo que escribe un humilde servidor. No hay mejor manera de terminar que citando a un grande entre los grandes (usad el traductor, porque, aunque peque de postureo, en inglés es mucho mejor):

"You may say I´m a dreamer, but I´m not the only one. I hope some day You´ll join us, and the world will be as one." John Lennon



martes, 2 de abril de 2013

¿Experto en relaciones?



La entrada de hoy va a ser un tanto especial. Voy a contar con la colaboración de una blogger novata, bastante prometedora, y por supuesto amiga mía.

El tema que quiero tratar es sencillamente una rayada de cabeza personal en tiempos tan revueltos como los de ahora. Hace pocos días, un amigo mío me empezó a hablar de una chica que le gustaba, y me dijo que, por diversas razones que no voy a señalar, “él era nuevo en esto” y “¿cómo lo hago bien?”. Cuando me preguntó eso pensé que quizá me viera como a un experto en estos temas, y nada más lejos de la realidad. Véase mi soltería prolongada. Como no quise que se fuera con las manos vacías, le aconsejé desde la ignorancia: “Tío, tú sé tú mismo, y si no le gusta, mala suerte”.


Queda bonito, ¿verdad? Juro que se lo dije, aun que de nuevo, nada más lejos de la realidad. Solo hay tres casos en los que yo pueda comportarme así con una niña. El primero, que sea una familiar, por lo evidente. El segundo, que no me guste nada. El tercero, que me guste demasiado, aun que quizá nunca sea demasiado. Me explico. Si una niña me cae bien, pero no me gusta absolutamente nada, soy yo mismo. No quiero  causar un juicio falso sobre mí de una niña que no me guste nada, prefiero tener una buena amiga. Si la niña me gusta demasiado, prefiero ser yo mismo. No voy a ir diciendo que soy de un modo que no es cierto con una niña a la que quiero conocer y con la que quiero hablar bien. Si una niña me hace un poco de gracia- he de decir  que me pasa a menudo, pero soy demasiado pesimista- como sé que no va a pasar nada del otro mundo con ella, me dedicó a inventar e inventar. Si escribo tanto no es porque me falte imaginación. No soy ningún Barney Stinson, ni tengo ningún Playbook guardado en casa. Llego a un bar, garito, discoteca o copas, me pongo a hablar con alguna niña simpática y guapilla y a darlo todo. Nunca digo mi nombre, hasta ahora siempre decía Héctor, y empezaré a usar Hugo a partir de hoy, no preguntéis. Soy un chaval de Teruel- porque nadie es de Teruel- que vive solo en Madrid. Estudio arquitectura y tengo 21 años. Esa es la base, a partir de ahí, a inventar- más-. Además tengo un número falso para por si me lo piden. Sí, me divierto mucho haciendo el tonto cuando salgo. 


 Pero la pregunta de este chaval no era cómo salir y divertirse de fiesta. Si no cómo gustarle a una niña. Por mi escasa o nula experiencia, he de decir que el noventa y nueve por ciento de las veces que consigues algo con una niña, es porque a ella le ha dado la gana. Sabiendo eso, hay que conseguir que ella quiera. Si te gusta de verdad, no puedo decir otra cosa que conocerla, que te conozca, hablar, hablar más, y seguir hablando. Por supuesto ha de haber contacto, quedar con ella es un paso grande, y el WhatsApp es un invento del demonio que te engaña y con el que te crees más cerca de una persona de lo que en realidad estás.

Yo caí hace un par de semanas en que quiero sentar la cabeza. Me pregunté, si mañana mismo te dijeran quién va a ser la mujer de tu vida, ¿iría directamente a estar con ella? Respuesta rotunda, sí. Hace un par de años, o sólo uno, mi respuesta seguramente hubiera sido la contraria, pero a mí se me ha acabado la energía en fiestas, niñas, alcohol, musicote… Quiero que mis planes sean de carretera y manta, palomitas y peli, copas y a casa, cine y a dormir.

Pero, como escuché en una serie que se llama “Dexter” y que es simplemente la perfección, la gente se cree que tener una relación es algo fácil, sencillo y divertido. Pero en mi opinión, hasta ahora, me ha sido difícil, complicado y muchas veces aburrido. Por eso creo que hay que esperar a conocer a una niña con la que puedas ser tú mismo las 24 horas del día, y saber que ella es igual contigo que con sus hermanos y amigas. Creo que lo mejor es que a ella le gustes tú, y no que tú seas como a ella le gusta. No me parece bien cambiar por una persona, me parece bien mejorar CON una persona. 

 

"Veo relacionarse a la gente que me rodea:
Amistad o romance. Pero las relaciones humanas siempre traen complicaciones: Compromiso, compartir, llevarles al aeropuerto..
Además, si dejara que alguien se acercara demasiado,
vería quién soy en realidad y no puedo permitirlo,
así que es hora de ponerme mi máscara". Dexter Morgan.





¿Un truco para ligar? No me lo preguntes a mí. Dudo que haya ningún secreto. Quizá ese tío que te mira desde la barra sea el adecuado, tú no le conoces y el a ti tampoco. Niñas del mundo, dad una oportunidad para dejaros conocer.

Quiero que esta reflexión, que podría llamar también rayada de cabeza monumental, la termine por destruir o compartir el gato de Cheshire. 

Visita su blog: www.laparadojadecheshire.blogspot.com



Sinceramente, es un tema que no sé por donde empezar a tratar, aunque como dirían en mi casa, todo es ponerse. Con lo que vaya a decir (que aún no sé ni lo que es) sólo será una mera opinión expresada en palabras no sólo en pensamientos, eso sí una opinión de alguien del otro bando, del bando a conquistar, del bando desconocido.


Creo que el mejor consejo que se le puede dar a una persona es el mencionado anteriormente: "Se tú mismo". Yo hablo de la relativa experiencia que mi temprana edad me permite dar.. No creo bajo ningún concepto, que intentar hacerte pasar por algo que no eres sea la solución, puesto que antes o después volverás a ser tú mismo y se irá todo a donde empezó. De ahí ya es cuestión de tener suerte, que a la chica le gustes y vaya todo para delante.

Ante todo y pase lo que pase sé sincero, la sinceridad abre muchísimas puertas que con la mentira y el miedo se cierran.

Antes me he referido al sector femenino como el bando desconocido, y es cierto. Las chicas en general son bastante diferentes, cada una a su manera pero todas tienen algo en común, algo que nos caracteriza por ser chicas, jovencitas, señoritas o mujercitas/mujeres. Con esto quiero decir que lo reconozcan las demás o no tenemos el pequeño defecto, o virtud, depende de cada una de tener cambios de humor, de gustos, de pareceres y no cambios a lo largo de mucho tiempo sino cambios que pueden ser de una hora a otra, de un minuto a otro. Gustarnos una cosa y al poco rato estar enfadadas porque no lo queremos. Por eso y nuestros cambios de humor es por lo que algunos chicos no se interesan en conocernos. Pero yo no lo veo así, conocer a una mujercita es toda una aventura en la que puedes salir bien o mal, pero intentarlo siempre es una experiencia.


 No pretendo que cojas miedo sino que, escribas una historia que sea larga o corta, eso ya se verá, pero que te aventures sin miedo, que lo intentes sin temor a fracasar, vive intensamente recorre cada una de sus montañas rusas, de sus subidas y bajadas.

 Aventúrate.




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