La
entrada de hoy va a ser un tanto especial. Voy a contar con la colaboración de
una blogger novata, bastante prometedora, y por supuesto amiga mía.
El tema
que quiero tratar es sencillamente una rayada de cabeza personal en tiempos tan
revueltos como los de ahora. Hace pocos días, un amigo mío me empezó a hablar de
una chica que le gustaba, y me dijo que, por diversas razones que no voy a
señalar, “él era nuevo en esto” y “¿cómo lo hago bien?”. Cuando me preguntó eso
pensé que quizá me viera como a un experto en estos temas, y nada más lejos de
la realidad. Véase mi soltería prolongada. Como no quise que se fuera con las
manos vacías, le aconsejé desde la ignorancia: “Tío, tú sé tú mismo, y si no le
gusta, mala suerte”.
Queda
bonito, ¿verdad? Juro que se lo dije, aun que de nuevo, nada más lejos de la
realidad. Solo hay tres casos en los que yo pueda comportarme así con una niña.
El primero, que sea una familiar, por lo evidente. El segundo, que no me guste
nada. El tercero, que me guste demasiado, aun que quizá nunca sea demasiado. Me
explico. Si una niña me cae bien, pero no me gusta absolutamente nada, soy yo
mismo. No quiero causar un juicio falso
sobre mí de una niña que no me guste nada, prefiero tener una buena amiga. Si
la niña me gusta demasiado, prefiero ser yo mismo. No voy a ir diciendo que soy
de un modo que no es cierto con una niña a la que quiero conocer y con la que
quiero hablar bien. Si una niña me hace un poco de gracia- he de decir que me pasa a menudo, pero soy demasiado
pesimista- como sé que no va a pasar nada del otro mundo con ella, me dedicó a
inventar e inventar. Si escribo tanto no es porque me falte imaginación. No soy
ningún Barney Stinson, ni tengo ningún Playbook guardado en casa. Llego a un
bar, garito, discoteca o copas, me pongo a hablar con alguna niña simpática y
guapilla y a darlo todo. Nunca digo mi nombre, hasta ahora siempre decía Héctor,
y empezaré a usar Hugo a partir de hoy, no preguntéis. Soy un chaval de Teruel-
porque nadie es de Teruel- que vive solo en Madrid. Estudio arquitectura y tengo
21 años. Esa es la base, a partir de ahí, a inventar- más-. Además tengo un
número falso para por si me lo piden. Sí, me divierto mucho haciendo el tonto
cuando salgo.
Pero la
pregunta de este chaval no era cómo salir y divertirse de fiesta. Si no cómo
gustarle a una niña. Por mi escasa o nula experiencia, he de decir que el
noventa y nueve por ciento de las veces que consigues algo con una niña, es porque
a ella le ha dado la gana. Sabiendo eso, hay que conseguir que ella quiera. Si
te gusta de verdad, no puedo decir otra cosa que conocerla, que te conozca,
hablar, hablar más, y seguir hablando. Por supuesto ha de haber contacto,
quedar con ella es un paso grande, y el WhatsApp es un invento del demonio que
te engaña y con el que te crees más cerca de una persona de lo que en
realidad estás.
Yo caí
hace un par de semanas en que quiero sentar la cabeza. Me pregunté, si mañana
mismo te dijeran quién va a ser la mujer de tu vida, ¿iría directamente a estar
con ella? Respuesta rotunda, sí. Hace un par de años, o sólo uno, mi respuesta
seguramente hubiera sido la contraria, pero a mí se me ha acabado la energía en
fiestas, niñas, alcohol, musicote… Quiero que mis planes sean de carretera y
manta, palomitas y peli, copas y a casa, cine y a dormir.
Pero,
como escuché en una serie que se llama “Dexter” y que es simplemente la
perfección, la gente se cree que tener una relación es algo fácil, sencillo y
divertido. Pero en mi opinión, hasta ahora, me ha sido difícil, complicado y
muchas veces aburrido. Por eso creo que hay que esperar a conocer a una niña
con la que puedas ser tú mismo las 24 horas del día, y saber que ella es igual
contigo que con sus hermanos y amigas. Creo que lo mejor es que a ella le
gustes tú, y no que tú seas como a ella le gusta. No me parece bien cambiar por
una persona, me parece bien mejorar CON una persona.
"Veo relacionarse a la gente que me rodea:
Amistad o romance. Pero las relaciones humanas siempre traen complicaciones: Compromiso, compartir, llevarles al aeropuerto..
Además, si dejara que alguien se acercara demasiado,
vería quién soy en realidad y no puedo permitirlo,
así que es hora de ponerme mi máscara". Dexter Morgan.
Amistad o romance. Pero las relaciones humanas siempre traen complicaciones: Compromiso, compartir, llevarles al aeropuerto..
Además, si dejara que alguien se acercara demasiado,
vería quién soy en realidad y no puedo permitirlo,
así que es hora de ponerme mi máscara". Dexter Morgan.
¿Un
truco para ligar? No me lo preguntes a mí. Dudo que haya ningún secreto. Quizá
ese tío que te mira desde la barra sea el adecuado, tú no le conoces y el a ti
tampoco. Niñas del mundo, dad una oportunidad para dejaros conocer.
Quiero
que esta reflexión, que podría llamar también rayada de cabeza monumental, la
termine por destruir o compartir el gato de Cheshire.
Sinceramente, es un tema que no sé por donde empezar a tratar, aunque como dirían en mi casa, todo es ponerse. Con lo que vaya a decir (que aún no sé ni lo que es) sólo será una mera opinión expresada en palabras no sólo en pensamientos, eso sí una opinión de alguien del otro bando, del bando a conquistar, del bando desconocido.
Visita su blog: www.laparadojadecheshire.blogspot.com |
Sinceramente, es un tema que no sé por donde empezar a tratar, aunque como dirían en mi casa, todo es ponerse. Con lo que vaya a decir (que aún no sé ni lo que es) sólo será una mera opinión expresada en palabras no sólo en pensamientos, eso sí una opinión de alguien del otro bando, del bando a conquistar, del bando desconocido.
Creo que el mejor consejo que se le puede dar a una persona es el mencionado anteriormente: "Se tú mismo". Yo hablo de la relativa experiencia que mi temprana edad me permite dar.. No creo bajo ningún concepto, que intentar hacerte pasar por algo que no eres sea la solución, puesto que antes o después volverás a ser tú mismo y se irá todo a donde empezó. De ahí ya es cuestión de tener suerte, que a la chica le gustes y vaya todo para delante.
Ante todo y pase lo que pase sé sincero, la sinceridad abre muchísimas puertas que con la mentira y el miedo se cierran.
Antes me he referido al sector femenino como el bando desconocido, y es cierto. Las chicas en general son bastante diferentes, cada una a su manera pero todas tienen algo en común, algo que nos caracteriza por ser chicas, jovencitas, señoritas o mujercitas/mujeres. Con esto quiero decir que lo reconozcan las demás o no tenemos el pequeño defecto, o virtud, depende de cada una de tener cambios de humor, de gustos, de pareceres y no cambios a lo largo de mucho tiempo sino cambios que pueden ser de una hora a otra, de un minuto a otro. Gustarnos una cosa y al poco rato estar enfadadas porque no lo queremos. Por eso y nuestros cambios de humor es por lo que algunos chicos no se interesan en conocernos. Pero yo no lo veo así, conocer a una mujercita es toda una aventura en la que puedes salir bien o mal, pero intentarlo siempre es una experiencia.
No pretendo que cojas miedo sino que, escribas una historia que sea larga o corta, eso ya se verá, pero que te aventures sin miedo, que lo intentes sin temor a fracasar, vive intensamente recorre cada una de sus montañas rusas, de sus subidas y bajadas.
Aventúrate.
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