Conocer a una persona no es fácil.
Imagínate conocerla bien.
Cuesta, es difícil y se pasa mal. Pero
merece la pena. Se nos viene a la cabeza la imagen de esa persona por la cual
las has pasado canutas, has sufrido, has discutido, has reído y, por encima de
todo, has estado ahí siempre. Pues como
él o ella.
Conocemos a una persona y la situación
es algo así como llegar a las copas de un amigo, llegar nuevo a clase, cruzarte
con un amigo por la calle y que te presente en sociedad, y que se dé esta
conversación:
“-Hola soy Fulano
-Hola, yo Mengana, encantada.
-Igualmente.”
No, eso no es conocer a Mengana.
Conocerla requiere tiempo, orden,
dedicación y enfado tras enfado. Vas a discutir, y si no es que eres tonto. Vas a reír, y si no es que no la quieres. Vas a poner a tu orgullo por delante
para más tarde tirarlo a la basura, y si
no es que no te das a conocer. Vas a esconder secretos, y no hay un y si no en eso, lo vas a
hacer sí o sí.
Conocer a una persona no es saber la
tecla que hay que tocar en el éste de su
rodilla derecha para sus conseguir que se ría, el lunar perfecto en su dedo
corazón de la mano izquierda o la uña medio rota de su pie.
Es mucho más que eso.
Conocer a una persona es como darle la
mano.
Porque dos manos forman un puzle.
Conforme vas conociendo más a una
persona, vas apretando más fuerte. Habrá manos que te gusten y manos que no, y
no por eso son manos peores, simplemente es un puzle que no encaja.
El dueño de esa mano no es perfecto,
pero a ti te gusta su mano.
Cuanto más tiempo pasas con ella, más
te gusta. Y, de repente, como superar la barrera del sonido, haces ¡BOOM! Y entra
en juego la confianza.
El propietario de la mano te va
contando su mierda y joder, te gusta esa mierda. Tanto, que aprietas
más fuerte, porque no te imaginas la vida sin esa mano, requiera lo que
requiera. Y es entonces cuando te das cuenta de que el puzle antes estaba
incompleto. Faltaban esos pequeños trozos de cada pieza del puzle que hacen que
las piezas encajen entre sí. Son trozos deformes y feos comparados con el resto
de la pieza, pero te encanta saber que están ahí, que sin ellos vuestras manos
no encajarían nunca y acabarían resbalándose y perdiéndose por el camino.
Esos trozos son los defectos. Repelemos
tanto los de algunos y nos gustan tanto los de otros...
Y es que no existe ninguna pieza
cuadrada, porque no existe ninguna persona perfecta. Y si no existe ninguna, ¿de verdad crees que van a juntarse dos?
Por mucho que fuerces a juntarte con
una persona, han de gustarte sus defectos.
Porque querer es poder, pero no basta sólo con querer.
Campeón, sal de esa ratonera
en la que estás escondido y entérate: las
cosas hay que ganárselas. Que querer poder es muy fácil, pero querer para
de verdad poder es sufrido, costoso, caro y, sobre todo, recompensado.
Que por mucho que las piezas encajen,
hacer un puzle de 10.000 piezas no lo consigues en dos días.
A currar.
Conoce a una persona, gánate sus secretos, conoce sus
defectos y, después, hablamos de hacer o no hacer ese puzle llamado vida.
Como todas las entradas anteriores, da que pensar.
ResponderEliminarChapeau. Sigue asi.
Espero que te dé que pensar mucho y obtengas buenos resultados!
ResponderEliminarGracias!!
Muy bueno!! esta claro que igual que Zamora no se conquisto en una hora y "Que por mucho que las piezas encajen, hacer un puzle de 10.000 piezas no lo consigues en dos días." Casi todo lo que merece la pena tarda en llegar. Como dicen: Deja lo mejor para EL FINAL.
ResponderEliminarHay veces que de sobra sabes que va a merecer la pena antes de llegar. Y por eso curras como nunca lo habías hecho antes, por ese FINAL que te espera con lo mejor.
EliminarHay veces que das la mano y te cogen el brazo y entonces ya no solo es genial, sino que encima es maravilloso. Ella debe de estar en una nube. Y desde luego detrás de esto hay una chica, que no hace falta tener muchas luces. Conoce a una persona, gánate sus secretos, conoce sus defectos y, después, hablamos de hacer o no hacer ese puzle llamado vida. Espero que lo hagas, y que sea con ella.
ResponderEliminarDe verdad, de verdad, que yo también lo espero. No eres la única que quiere, pero claro, no basta sólo con querer, hay que actuar, y no siempre es fácil.
EliminarGracias, nunca me cansaré de escribir para gente como TÚ