Esa magia especial que nos
llega de otra persona, a la que nosotros decimos que "tiene morbo" y
ellas dicen "tiene algo". Nadie va a saber definírtelo mejor.
Si les preguntas la definición
a ellos se convertirán un poco en mujer y te dirán: "que tiene algo".
Las mujeres seguirán en sus trece, para variar, y repetirán lo mismo:
"tener algo".
¿Qué es ese algo que tiene la
gente que no sabemos lo que es pero tanto nos gusta?
Una amiga me dijo una vez que
ella no quería tener morbo, que si alguien decía de ella que tenía morbo lo
vería como algo malo. La razón es que asocia la palabra morbo a una amiga suya
que- aunque siendo sinceros tiene un morbazo- se ganaba el morbo con caras y gestos de
insinuación que a veces podían confundirse con el hecho de si es o no una
fresca. Tener morbo no es ser facilona, nada más lejos.
El morbo no es más que ese algo
que tiene otra persona, no tiene por qué ser algo físico, que produce algo
físico en uno mismo. Lo cual no deja de ser sorprendente, algo no-físico que te
gusta físicamente.
Como dice Rafa Pons, lamernos
con palabras. Mejor imposible. Sentir físicamente las palabras de otro, grande
Rafa.
Para que entendáis, chicas, el
morbo al que vosotras llamáis algo, lo llevaré a ejemplos claros. Sería algo
así como ese extra que gana un hombre afeitado o con barbita de cuatro días.
Sí, ahora tiene algo, ¿no?
Que toque la guitarra, que
cante mientras conduce, que sea inteligente, que tenga mano con los niños, que
sepa hablar bien, que no se le acaben las respuestas, que sea dinámico, que lea,
que lleve camisas remangadas, que hasta una simple camiseta blanca y lisa le
quede bien o que cuando habléis te mire fijamente a los ojos.
Nada de eso, en principio,
tiene que ver con el físico. Y sin embargo solo con los gestos, demostrándolo, se ve que tiene algo. El morbo,
chicas, eso es el morbo. Tener algo.
En ellas, todos me entendéis.
La mirada seductora, para algunos que fume, el pelo largo, que sea graciosa,
que hable mucho sin ser pesada, que lleve sudaderas anchas pero que sepa vestir
elegante, que enseñe un hombro, enseñando la espalda- me pierde- o que se ponga
tu camisa mientras estáis desayunando- eso nos puede a todos-. Que conduzca
rápido, que lea, cómo baila, cómo habla, que sea en bajo pero de manera directa,
incluso el ritmo que lleva al respirar, que va por libre. Y algunos acentos...
Esas cosas, para no sonar muy
cursis, las expresamos con un "me da morbo" o "tiene un
morbazo...".
Son cosas buenas, está claro,
aun que no tenerlo no te hace ser peor, simplemente son puntos extra que Dios
ha repartido a algunas personas. Parten con ventaja los muy...
Siempre me ha costado mucho
explicar lo que es el morbo hasta que el artista de lo corriente, mi
queridísimo Rafa, me lo hizo saber en una canción con frases como:
"Frenético es el ritmo
cuando hay calma".
"Resulta casi obsceno ir a
una cama".
Y mi favorita: "el morbo
solo es lamernos con palabras".
Porque a algunos les sobra el
físico para atraer físicamente a los demás, y eso es lo que realmente gusta al
mundo, porque el morbo es personal y es difícil comparar unos con otros, a
diferencia de los físicos.