Queridos lectores, voy a haceros un favor dándoos un “consejo”
o ley de vida: a veces menos es más. Sirve para todo, desde la comida,
los pequeños placeres, las mujeres, la diversión…
Es verdad, una niña rubia, con taconazos, alta, tipazo, bien
pintada, pelo largo y liso que cae como un río por su espalda descubierta por
ese vestido ajustado con el que tanto triunfa en las fiestas, llama mucho la
atención. Pero como dice la famosa canción: “La rubia es fenomenal, pero la
morena tampoco está mal”. Una verdad como un templo. Que sí, que tener unos
ojos verdes esmeralda que parecen retocados con un photoshop en vivo gusta mucho, pero los ojos oscuros
enamoran. Sencillo, bonito.
Amor por lo sencillo |
Y como con eso, con todo. Es muy divertido estar de fiesta,
copa en mano, haciendo movimientos a los que algunos se atreven a llamar
baile, y escuchar al Gambino de turno cantando cosas indescifrables y banales, con
una música de fondo que tiene más de ruido que de música en sí. Pero no hay
nada mejor que abrir el spotify, clickear dos veces en tu lista de acústicos y
escuchar una voz bonita acompañada por solo una guitarra. No niego que de fiesta disfrute
escuchando lo que me gusta llamar “musicote”, pero Fix You enamora. Sencillo, bonito.
Insisto, como eso, con todo. El otro día vi en casa una
película de Richard Gere que se llamaba “¿Bailamos?”. Actuaba con Jennifer López, y trataba de un
abogado que vivía en la rutina hasta que, a escondidas de su familia, se apunta
a la escuela de baile donde trabaja JLo. Aprende a bailar tango y
varios bailes y se apunta a un concurso. ¿Qué por qué me acuerdo ahora de esta
película? Porque, a pesar de que no me gustó mucho la película, bailar esos
bailes tan complicados, rápidos y hasta divertidos, mola, pero el abuelo que
después de cenar utiliza ese tocadiscos que le regalaron hace casi medio siglo en su boda, ponga la canción que bailó esa misma noche, agarre con decisión la
mano de su mujer, y bailen como hicieron la mejor noche de sus vidas, enamora. Sencillo, bonito.
Shall we dance? |
Repito, como eso, con todo. Porque si eres una niña de entre
12 y 16 años, con un pavo de los que la gente ve y pregunta si tienes el corral
entero, y te acabas de leer Crepúsculo, crees que lo bonito es ser un vampiro u
hombre lobo y no asesinar a la gente porque estás reformado o lo que sea. No me
parece mal que les guste, para gustos los colores, me parece estupendo de
hecho, pero si quieres saber qué es el amor, o cómo se demuestra día a día, has
de ver “50 primeras citas”. Que sí, que Christian Grey y todos sus fetiches
sadomasoquistas que están de moda gustan, pero Adam Sandler enamorando todos
los días a su mujer sin memoria a corto plazo, enamora. Sencillo, bonito.
Pensé que jamás diría ésto, pero: Adam Sandler enamora |
No voy a parar, porque como eso, con todo. Yo también echo
de menos el verano, el calor, salir de fiesta y no gastar un par de euros más
para dejar tu abrigo en el ropero porque sales casi descamisado, despertar al
día siguiente y descansar la resaca jugando al mus en la piscina, cogiendo
color rojo para decir que ya será moreno y pecar de postureo máximo. Sin
embargo yo también me pasé la Navidad mirando por la ventana y deseando que
nevase, o despertar y pensar que ojalá esté todo blanco. Porque notar el césped
de la piscina en los pies mola, pero ponerte las botas y pisar nieve virgen,
enamora. Sencillo, bonito
Os lo voy a repetir, como eso, con todo. Porque menos es
más. El otro día estuve en un cumpleaños, y en mitad de la fiesta pusieron en
la televisión un fotomontaje con imágenes de la cumpleañera de pequeña, de
mayor, de sus amigos cuando eran bebés, y actuales. 7 minutos de fotos,
chulísimo, con musicote de fondo, fue divertido. Pero a mí esas fotos como que
no me decían nada. Sí, esos detalles que hacen saltar las lágrimas a la
anfitriona mola mucho, pero esa foto que tiene todo el mundo guardada en el
móvil y que podemos estar mirando durante horas, y que jamás borraremos,
enamora. Sencillo, bonito.
Las cosas tienen la importancia que les damos nosotros, y
para mí lo más importante son las cosas sencillas, porque me enamoran.
Sencillo, bonito.