sábado, 28 de febrero de 2015

Whispers

Búscala - Entrada agotada.


Tras leer un par de entradas de blogs sobre  cómo ha de ser aquella persona a la cual debes acercarte- una loca o alguien que muerda- me paro a pensar: “¿cómo ha de ser el chico al que, en mi opinión, debéis acercaros?

Podría definirme a mí, pero ni tengo el ego tan alto ni ganas de engañarme a mí mismo.

Después de pasarme largos ratos tirado en la cama con unos cascos del tamaño de mi cabeza y con el último disco de Passenger sonando a todo volumen, he podido llegar a una sola característica que, sí o sí, debe tener aquel afortunado al que debéis, al menos intentar, acercaros.



Porque puede ser chulo o paradete, que conteste al segundo o a la semana de escribirle al whatsapp, que sea el mejor jugando al fútbol o no haya tocado un balón en su vida. Que le guste el indie, el folk o el rock & roll, qué más da, mientras no sea reggaetón.

Será el más alto o el más bajito de sus amigos, el más guapo o el más simpático. Con mucho dinero o con muchos recursos.
No me importa.

Pero, por favor, que sea listo.
Pero listo de verdad. Porque de un chulo, guapo o rico un día te cansas. Pero sí es listo, la cosa cambia.
No le pidas tres carreras, dos másters, una licenciatura y un doctorado, no hace falta. No hace falta ni que haya llegado al nivel 70 del Preguntados.

Si no estudia, pues no estudia, es irrelevante.
Porque una persona lista siempre tendrá conversación. Y no conversación sobre fútbol, coches y bíceps. Conversación interesante, cuanto más listo, más conversación.

Y por Dios, que lea. No esperes que te haga un ensayo sobre la existencia o no existencia de Dios según Dostoyevski después de leerse Crimen y Castigo y los hermanos Karamazov, no hace falta. Pero que lea.

Que sepa que la perfección está más cerca de un libro y un disco que de un coche con 200 caballos y poco consumo.
Porque, como todos sabemos, Reading is sexy.


via forestgirl )


Una persona lista tiene ciertas cosas tales como: espacio, amigos y aspiraciones. No contento con eso, además piensa. Sí, un hombre que piensa, que también los hay.

Y no busques al hombre perfecto, porque el que es listo lo es siempre, tanto para conocer sus virtudes como para reconocer sus defectos.

Acércate a una persona lista, que cuando estéis juntos os hagáis aún más listos y pongáis la cabeza en asuntos del corazón.

Pero que a la vez os hagáis más tontos y la perdáis el uno por el otro.

lunes, 9 de febrero de 2015

A mí no me enamores.

Todo el mundo habla de lo jodido que es para una mujer el hacerse respetar, el ser una chica difícil. Las chicas fáciles no gustan, eso es así, lo saben hasta los chinos. Las chicas difíciles enamoran, por mucho que nos duela reconocerlo.


Yo no soy mujer, no estoy ni cerca de parecerme a una. De hecho, no estoy cerca ni de llegar a empezar a entenderlas. Tengo cuatro hermanas de entre 17 y 24 años, lo cual debería ser una ventaja para mi proceso de comprenderos, chicas, pero nada más lejos. Aparte de para tener claro que las chicas también sufren, lloran, se ríen y tienen días malos (en definitiva, son seres humanos), tener hermanas no me ha servido para nada. Hablando siempre de comprender lo que os pasa por la cabeza, que yo os quiero mucho, a veces, señoritas Pereira.

Dejando claro lo lejos que estoy, he de decir que sí, a priori, yo soy un chico difícil.

No es difícil que me hagas gracia, que me guste tu forma de ser y me ría contigo. Puede incluso darse a menudo. Te dejo hacerme gracia. Nos lo vamos a pasar bien, nos va a gustar ese tonteo sano que existirá entre ambos y en principio no nos apetecerá conocer el pasado del otro. Vamos a disfrutar hasta de ese lado misterioso de la vida de cada uno, queriendo descubrirlo poco a poco, pero gustándonos por el desconocimiento. Si te dejo escapar no será una gran pérdida, ya que fue divertido mientras duró.

Quizá, después de hacerme gracia, llegues a gustarme. Esto es más complicado y roza el término difícil, pero también puede darse. Te dejo gustarme. Aquí el lado misterioso se ve claramente mermado. El hecho de descubrir cosas ocultas, esos secretos de cada uno, y ver que nos gustan, hace que esa gracia que me hacías se convierta en algo más. Te preguntaré tu historia, querré saber quién eres y cómo has llegado a ser tú. Yo seguiré siendo el mismo, gracioso para hacerte reír y comprensivo para que veas que te escucho. Seguiré teniendo ese lado misterioso y tú seguirás llamándome incluso aún más la atención por lo mismo.


Si acaba, será una pena, pero ojalá todas las penas fueran así.


Repito, soy un chico difícil, por eso te permito que me hagas gracia e incluso que me gustes, pero a mí no me enamores. Soy un chico difícil y no estoy acostumbrado a pasarlo mal, porque nunca me he arriesgado a ello, llámame cobarde si quieres. Por eso, si llegas a este paso, no me hagas daño. Estate segura de lo que estás haciendo mientras escalas esa montaña de mi vida, de mis miedos, mis dudas, mi secretos, mis manías y, sobretodo, mis defectos.

Porque llegados a este punto, los vas a ver, y a menudo. La parte misteriosa va a desaparecer casi por completo, así que hazte a la idea de que lo que conoces es el 90% de lo que hay. Eso sí, te aseguro que el otro 10 es la mejor parte, te va a encantar y haré lo posible porque así sea, que si nunca lo comparto con nadie es por eso, porque es de uso exclusivo. Voy a ser menos chulo que antes, menos pasota, más abierto y voy a querer verte más. Si llegas a este punto, repito, muy difícil, no te eches atrás, porque estarás jugando con fuego y aquí el que se quema seré yo.

Por eso, como consejo de parte de todos los chicos difíciles, os digo:

A nosotros no nos enamoréis.

P. D.: no si no sabéis lo que conlleva.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...